Actualizado el 10 de jul de 2025
París es, sin duda, uno de esos destinos que te roban el corazón y te dejan con ganas de más. He tenido la suerte de recorrer sus calles y, aunque es imposible verlo todo, siempre hay lugares que se quedan grabados en la memoria.
Así que, si están planeando su primera (o su décima) escapada parisina, aquí les dejo mi lista personal de los 10 imprescindibles que no pueden perderse en París.
(Sí, se veía venir) pero hay una razón por la que la comida francesa es mundialmente reconocida. Un pain au chocolat y un croissant en el desayuno, una infinidad de quesos con su correspondiente vino a juego para degustar, caracoles y ancas de rana para los más valientes. Francia nunca decepciona con su gastronomía, y en París podrás encontrarla en cada esquina.
Le Marais es uno de mis barrios favoritos. Sus calles empedradas, sus antiguas mansiones privadas, la hermosa Place des Vosges y el ambiente chic de su Marché des Enfants Rouges lo hacen único. Aquí encontrarán tiendas de diseño, galerías de arte y algunos de los mejores falafels y shawarmas de la ciudad.
Aunque está un poco a las afueras, una excursión al Palacio de Versalles es totalmente obligatoria. La opulencia del palacio, la Galería de los Espejos y, sobre todo, sus inmensos jardines son sencillamente espectaculares.
Con sus calles estrechas, librerías antiguas y la Sorbona, el Barrio Latino tiene un ambiente vibrante y bohemio. Aquí encontrarán también el Panteón y los Jardines de Luxemburgo (¡un oasis de paz en plena ciudad!).
Una de las mejores formas de apreciar la belleza de París es desde el agua sin duda. Un paseo en barco les permitirá ver muchos de los monumentos más emblemáticos desde una perspectiva diferente y muy relajante. ¡Ideal para el atardecer!
Recorran los Campos Elíseos, desde la Place de la Concorde hasta el Arco del Triunfo, con sus tiendas de lujo y paseos ajardinados. Subir al Arco del Triunfo es una de esas experiencias que te dejan sin aliento, especialmente al ver cómo las doce avenidas convergen en este punto.
Piérdanse por las callejuelas de Montmartre, el barrio de los artistas, para sentirse dentro de Amélie por un día. Suban hasta la Basílica del Sacré-Coœur para disfrutar de unas vistas panorámicas espectaculares de todo París. Luego, déjense llevar por la Place du Tertre, donde los artistas pintan y venden sus obras.
Recientemente finalizada su renovación tras el trágico incendio, la Catedral de Notre Dame es un monumento que hay que ver. Su imponente fachada y su historia la convierten en un punto clave en el corazón de la Île de la Cité. Es un recordatorio de la riqueza arquitectónica y cultural de París.
Hogar de la Mona Lisa, la Venus de Milo e infinidad de antigüedades egipcias. El Louvre es ese lugar que te cautiva desde que pones un pie dentro de él. Recorrer sus salones y pasillos te llevará por un recorrido por la historia no solo francesa, sino mundial.
Sé que es obvio, pero ¿hay algo más parisino que la Torre Eiffel? Subir hasta arriba, ya sea por las escaleras o en ascensor, y ver París a tus pies es una experiencia mágica. Les recomiendo ir al atardecer para ver cómo la ciudad se ilumina poco a poco. ¡Y no se pierdan el espectáculo de luces cada hora en punto por la noche!
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